CÚRAME
Sólo tú, bien mío,
con tu candor,
Y tu docto saber,
Podrás quitarme el
terrible dolor
Que me hace padecer.
Pon tus manos en mi
fiebrosa frente,
Con diestra suavidad,
Para abatir el
fuego lentamente
Y sentir sanidad.
Devuélveme la vida,
que ya es poca,
Con masajes de
ungüento.
Dame tu respiración boca a boca.
Cura mi sufrimiento
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