SÍGUEME
No temas seguirme, dama singular, cuyos labios nunca han
humedecido los míos, ni la lumbre de sus brazos han desterrado el frío glacial
de mi cuerpo, aunque no veas lucidez en mi invitación, porque te llevaré a
lugares naturales y citadinos que jamás imaginaste.
Aunque el camino por el cual te invito a transitar, alocadamente, esté
signado de arenas calientes del desierto, sígueme sin temor, porque mis poderes
ancestrales obrarán el prodigio de hacerte levitar, para que tus sandalias no
se marchiten y tus delicados pies no conozcan el dolor del fuego.
Aunque cuando te diga sígueme nos encontremos al final de un abismo no temas
avanzar porque las avecillas amigas tejerán una resistente red para que tu
cuerpo inmaculado no se sumerja en el vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario