NACIMIENTO
En El Placer
de mi dolida infancia
¡Oh poesía!
naciste ingenua,
montuna, temerosa
como mi vida.
Sombra de guásimo
protegió su piel débil.
Las guacharacas
serenateras
ruidosas y silvestres
te sublimaron.
Y en el archivo
de mi rural memoria
permaneciste
apoltronada
en mi covacha-sueño
ya milenaria.
Y despertaste,
pletórica de luz,
agigantada
a desplazar,
vestida de lirismo,
tanto silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario