GLOSA A LA AÑORANZA
Marabal de mis amores
¡Qué lejos estás de mí!
entre tus montañas vi
bellezas multicolores.
En mis sueños siempre estás
y en mis triunfos y derrotas.
Mis sandalias están rotas
de mucho camino andar;
yo no quise desmayar
sobre la alfombra de flores
mis tristezas y dolores
en mi empeño de llegar
hasta la cumbre y gritar:
¡Marabal de mis amores!
Tanta belleza, Dios mío,
se esconde en Agua Caliente.
Es musical la vertiente
de su prodigioso río.
La calidez y su frío
sobre mi cuerpo sentí
las veces que me metí
en tu agua sulfurada.
¡ay mi tierra tan amada!
¡Qué lejos estás de mí!
¡Ay, Marabal!, quién pudiera
otra vez en tus paisajes
envolver con sus encajes
mi vida sin primavera
apoltronada en la vera
de un camino carmesí
que angustiado recorrí
sin lograr lo que quería.
La belleza y la armonía
entre tus montañas vi.
El canto del cristofué
al borde de la ribera
¡Cómo sentirlo quisiera
cuando mi tristeza esté
sumergida en santa fe!
Mis penas y sinsabores
desaparecen con flores
en bálsamo convertidas.
En el cielo están prendidas
bellezas multicolores.
Nota: Marabal es el pueblo del Estado Sucre, VENEZUELA, donde nací, un febrero atormentado, y en septiembre me marché físicamente, pero no espiritualmente, porque está grabado con tinta única en lo más hondo de mi alma.
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