CURACIÓN
Cura mis males,
María Auxiliadora,
madre de Cristo.
Que tu misericordia
tenga presencia en
mí.
CURACIÓN
Cura mis males,
María Auxiliadora,
madre de Cristo.
Que tu misericordia
tenga presencia en
mí.
PETITORIO
Dame, Señor,
la sencillez de
Gandhi,
y la sapiencia
del pensador
Confucio.
¡No quiero nada más!
FUERTE
Quiero ser fuerte,
cual el guerrero
invicto,
para luchar,
hasta que vencer
pueda,
la dictadura
que a Venezuela
oprime
un miserable,
con las armas del
pueblo,
cual enemigo.
Y del tesoro,
sus arcas ha vaciado,
sin importarle
que el latrocinio
es hambre popular
y es herramienta
que promueve la
diáspora.
ABSURDIDAD
Nunca seré rey
porque siento repulsa
por los monarcas
y sus bufas coronas.
Nunca seré
ni atleta ni pintor
porque carezco
de dones deportivos
y no sé de arte.
Sólo seré
guardián de tus
caprichos
y jardinero,
bien mío, en tu
vergel.
CRUELES
¡Cuán ominosos,
criminales y crueles
son los tiranos!
Matan al pueblo.
Por capricho asesinan
e infunden miedo
para regir.
Roban impunes
riquezas nacionales.
¡Viven cual reyes!
CUPO
Los dictadores,
al reino de los
cielos
no ingresarán
cuando la parca
llegue.
¿A dónde van?
Al fuego del
infierno.
DESNUDOS
No me verás
en tu cuerpo desnudo
apoltronado.
No te veré,
bien mío, apoltronada
entre mis piernas.
Aprender
Más he aprendido
de mis múltiples
errores
¡Oh alma mía!
Lirio absorto de
belleza,
que de los
escasos aciertos.
Baño
En el mar de la ilusión,
se bañó mi poesía,
extasiada de alegría,
en su exacta dimensión.
Limpio está mi corazón,
de inmundicia me libré,
cuando mi cuerpo bañé
en el mar de la ilusión.
Para calmar la ardentía,
del inclemente picor,
en agua pura de amor
se bañó mi poesía.
¡Oh musa! ¡Cuánta armonía!
¡Tanta verdad consagrada!
Avecilla alborotada
extasiada de alegría.
Carga de paz, redención.
Pajarillo testarudo,
oí tu cántico agudo
en su exacta dimensión.
Pretensión
“Para que tú me
pretendas,
te entregare mis
luceros,
galopare entre
tus sueños,
entre sabanas y
esteros”,
Bethzaida Montilla
Cabalga mi
poesía
en la belleza
del llano
en el caballo
alazano
de mi rica
fantasía.
Y forma su
algarabía
la paraulata
llanera,
arrogante y
altanera.
Exhibo joyas y
prendas
Cual trovador de
leyendas
Con ternura
verdadera
Para que tú me
pretendas
De la preciosa
llanura
Es dueño el
alcaraván
Y también lo es
el gabán.
Allí la madre
natura
para la
literatura
plenó de vida el
paisaje
que viste su
verde traje.
En los perfectos
senderos
oyendo quirpa y
pasaje
te entregaré mis
luceros.
Mi inspiración
se bañó
en el río de tu
cariño.
¡Cómo admiré tu
corpiño!
Que en tu pecho
se tornó
en la luz que
iluminó
mi oscurecido
camino
¿Obra tuya o del
destino
O fruto de mis
empeños?
Cual llanero
relancino
galoparé entre
tus sueños.
Del Arauca
vibrador
sorbí coplas
para ti
y entre sus
aguas hundí
mi cuerpo de
trovador
para pedirle un
favor,
el de poderte
expresar
con mi pésimo
versar
mis sentimientos
sinceros
envueltos en
azahar
entre sabanas y
esteros.
NADA 2
¿Qué somos? Nada.
Un amasijo de huesos
y débil carne
que, inexorablemente,
la parca devorará.