LLÉVAME
Puedes llevarme,
parca, en tu
carruaje,
al otro mundo,
de donde no hay
regreso,
y sólo tú conoces.
Nada me llevo.
Nada traje al nacer,
sólo mi llanto.
Pero quedan mis
libros
en el ciberespacio.
FUERTE
Quiero ser fuerte,
cual el guerrero
invicto,
para luchar,
hasta que vencer
pueda,
la dictadura
que a Venezuela
oprime
un miserable,
con las armas del
pueblo,
cual enemigo.
Y del tesoro,
sus arcas ha vaciado,
sin importarle
que el latrocinio
es hambre popular
y es herramienta
que promueve la
diáspora.
INFANTICIDIO
Víctimas fueron,
los niños ucranianos,
de las bombas letales
del Hitler Putin.
SEQUEDAD
¡Cuánta tristeza,
bien mío!
¡Qué pesar y qué
dolor!
Se desvanece la flor
en el cristal del
rocío.
En el agua de tu río
ya no me puedo bañar.
¡Tú lo dejaste secar
con tu absurdo
desvarío!
Es nostálgico mi
canto.
Es incierto mi camino
Es mi carga tan
pesada.
Estrepitoso es mi
llanto.
Calamitoso es mi
sino.
¡Qué vida tan
malhadada!
SÁNAME
Ven, amor
mío,
a sanar
con tus besos
todas
mis penas.
Prodigiosa
mujer,
preñada
de cariño.
PLEGARIAS
¿Por qué, Señor,
no escuchas mis
plegarias
llenas de fe
y de confianza en Ti?
Nada te pido,
para mí, Redentor
de todo el mundo
que salvaste en la
cruz.
Tan solo quiero
que los pobres no
sufran
de sed ni de hambre,
ni ninguna penuria.
INFANTICIDIO
Víctimas fueron,
los niños ucranianos,
de las bombas letales
del Hitler Putin.
PETITORIO
Dame, Señor,
la sencillez de
Gandhi,
y la sapiencia
del pensador
Confucio.
¡No quiero nada más!
DESECHO
Como colilla
de cigarro o tabaco,
después de
utilizarme,
me desechaste.
¡Ser malagradecido!
VOLAR
En tu regazo volé
al encanto de la
nube,
a la infancia que no
tuve
y al triunfo que no
logré.
¡Oh, amor, que me
dejaste
tan solo con mis
tormentos!
La tempestad y sus
vientos
en mi vida gris
lanzaste.
Cuando dijiste: “Me
iré
de tu covacha de
sueños
incómoda,
fastidiosa”.
En el suelo me senté
a recordar mis
empeños
por adornarte de
rosa.
