COLMILLOS
Voz ahuecada,
colmillos afilados
como de monstruo.
MUTAR
Cambia ese rostro
triste
que bloquea los dones
de tu vida.
El llanto se resiste
a brotar de los ojos
del alma herida.
Que la alegría sea
el arma para vencer
el infortunio de la
tristeza.
GLOSA A LA DICTADURA
¡Falla la
electricidad!
La academia ha sido
herida.
Venezuela está sumida
en terrible
oscuridad.
¡Es tanta la
iniquidad
de esta rapaz
dictadura!
que
por falta de cultura
¡Falla la electricidad!
No conoce de medida
para producir el mal.
y por ser tan criminal
La academia ha sido herida.
Por la tanqueta homicida,
que asesina sin razón
en siniestra corrupción
Venezuela está
sumida.
Mancilla la dignidad
del pueblo un déspota
gris
que ha sumergido al
país
en terrible oscuridad.
GLOSA A LA POESÍA
Artesana del amor
y orfebre de la
ternura.
Expresión de la
hermosura.
Taciturno trovador.
Cual ingenuo
chupaflor,
flor silvestre te
creí
y de tu néctar bebí,
artesana del amor.
Cabalgué con
desmesura
en la potranca del
viento.
Eres lírico portento
y orfebre de la
ternura.
Eres arte y
arquitectura,
y expresión de mi
alegría.
¡Oh pródiga poesía!
Expresión de la
hermosura.
Ignorante payador.
íngrimo y
solitario estoy.
En el lirismo sólo
soy
Taciturno trovador
QUIERO PAZ
Quiero una paz
duradera,
quiero que la guerra
cese
para que el mundo
progrese.
Quiero un mundo sin frontera.
No más perros de la
guerra.
vendedores de
exterminio.
No quiero más
predominio
de la barbarie en la
tierra.
No a las bombas y
fusiles,
no a las siniestras
tanquetas,
no al ruido de
bayonetas,
no a los mortales
misiles.
BELLEZA
¿Cómo eres más bella, bien mío, consuelo de mi vida,
agua exacta y bienhechora en el desierto cuyas arenas queman mis pies
descalzos, néctar exquisito que endulza y aleja hacia distantes espacios la
acidez que adormece mi paladar, lectora única de mis poemas sin gracia?
¿Desnuda, bien mío, entre sábanas albas inmaculadas,
confundidas con las sombras de la obscuridad, reflejo de tu pudor, o recién
salida del baño, olorosa a flores de mirto, de clavel perfumado de canela y de
azahar recién fugado del naranjero?
Sé, bien mío, que por humildad o por montuna nunca me
dirás cuándo eres más bella.
Sé también, bien mío, que el muro interpuesto entre tu
orilla y la mía impedirá que conozca en cuál condición eres más bella, pero en
mi augusta imaginación te visualizo hermosa en la obscuridad, llena de
misterioso encanto, y recién salida del baño de mi covacha de sueños te presumo
olorosa a gloria, sugestiva al amor terrenal y encantadoramente coqueta.
GLOSA AL CAMINO
Ya me conoces,
camino,
porque tu espacio he
pisado
las veces que he
transitado
en busca de mi
destino.
El paisaje vespertino
desata las ilusiones
de conmovidas
canciones.
Ya me conoces,
camino.
Bajo un roble he
descansado
Después de tanto
vagar.
Tú me has visto
descansar
porque tu espacio he
pisado.
Mi demencia has
contemplado,
Mis lágrimas has
bebido
¡Oh camino bendecido!
las veces que he
transitado.
Cual humilde
peregrino
Vestí traje de
humildad,
cargado de
adversidad..
en busca de mi
destino.
GLOSA A MI EGO
Mi egoteca es
colosal,
con varios
compartimientos
donde guardo
cumplimientos,
alabanzas y un rosal.
Triunfé en tu juego
floral,
¡oh musa que a mi has
venido!
Habiéndome envanecido
de una manera global.
Me colmé de
engreimientos
por mis triunfos y
mis glorias,
erigí muchas
historias
con varios
compartimientos.
Los vanidosos
cimientos,
de mi castillo
dorado,
tienen un cofre
blindado
donde guardo
cumplimientos.
En el soberbio brocal
de su mirífico aljibe
en sus cristales
exhibe
alabanzas y un rosal.
GLOSA A LA VEJEZ
Es triste llegar a
viejo
sin riqueza y sin
amor,
pues produce sinsabor
hasta mirar un
espejo.
En el paisaje
bermejo,
de mi bucólico río,
declaro ayuno de
brío:
Es triste llegar a
viejo.
En la vejez el alcor
se torna ya
inalcanzable,
en un sueño
irrealizable,
sin riqueza y sin
amor.
Próximo el último
albor
de una vida
avejentada
que no puede gustar
nada
pues produce
sinsabor.
Es la vejez cual
antruejo
de la juventud
perdida.
Todo le produce
herida,
hasta mirar un espejo.
GLOSA A LA BELLEZA
Por siempre
ser bella rosa
acabada de regar,
a todos nos vas a dar
tu frescura
primorosa.
Hildebrando Rodríguez
Eres, alma, prodigiosa.
Eres edénico prado.
Tu perfume he
respirado
Por siempre ser bella
rosa.
Eres belleza sin par.
Musa de luz
alfombrada.
Eres rosa iluminada
acabada de regar.
Quiero en mi canto
expresar
Tu belleza, tu portento.
Tu ternura y
sentimiento
a todos nos cas a
dar.
Tu belleza, casta rosa
amarilla del jardín
le regla al querubín
tu frescura
primorosa.
MADRE TIERRA
Rodulfo González
¡Cómo sufres,
Pachamama!
El hombre te ha
envenenado.
Tus entrañas han sangrado
con dinamita y con
llama.
Mi poesía reclama
la justicia para ti.
Te robaron tu rubí.
¡Cómo sufres,
Pachamama!
Tus busques han
desolado.
Tus entrañas han
herido
con mercurio diluido.
El hombre te ha
envenenado.
Oro y coltán han
sacado
de tu vientre, Madre
Tierra.
Las granadas de esa
guerra
Tus entrañas han
sangrado.
El exterminio se
ensaña,
sobre tus bosques y
minas,
para convertirte en
ruinas
con dinamita y con
llama.
LUCES
Dale luces que
iluminen
su sendero de
esperanza,
quede atrás y para
siempre
ese averno de
dolores.
iris Girón Riveros
A los bardos que
transiten
por sendas de oscuridad
en busca de eternidad
Dale luces que
iluminen.
Dale fe, dale confianza,
Dale amor, dale
alegría.
Que encuentre la
poesía
su sendero de
esperanza.
Que nunca en su prado
siembre
la cizaña del
chismoso,
Que el lenguaje ponzoñoso
quede atrás y para
siempre.
Que los místicos
amores,
nacidos del corazón,
reduzcan sin
compasión
ese averno de
dolores.
SUSPIRAR
¡Suspiras cuando te
veo!...
y si no te veo,
suspiras;
quiero decirte
muchacha
que algo oculta tu suspiro...
,
En el cielo he
contemplado,
escondido en un
lucero,
la majestad del
señero
amor de magia preñado.
Trashumante desmayado,
aventurero Odiseo,
metáfora de deseo.
Penélope sumergida
en la rueca de la
vida.
¡Suspiras cuando te
veo!...
¿Por qué tan arisco,
amor?
¿Por qué te escondes
de mí
si me desmayo por ti?
Es inútil el clamor.
del humilde trovador
cuyos cánticos inspiras
y dulcificas mis iras
Si te veo te
desvaneces.
Sublimizada pareces
y si no te veo, suspiras.
Por ti crucé, vida
mía,
mil pantanos sin
mancharme
Para así sublimizarme
y escribir mi poesía
vestida de tu alegría
desde mi pobre
covacha.
te ofreceré una
guaracha,
un madrigal, un
bolero.
Lo mucho que yo te
quiero
quiero decirte
muchacha.
Con mi bíblica paciencia,
en esperanza cubierto,
caminé por el
desierto
de mi escondida
conciencia
al borde de la
demencia,
porque a tu amor,
alma, aspiro,
pues me desvelo y
deliro
ya que presiento
quizás
y lo percibo en tu
faz
que algo oculta tu
suspiro...