RESURRECCIÓN
Al tercer día
de morir en la cruz.
-reza la Biblia-
Nuestro Señor Jesús
¡Resucitó!
Porque venció a la
muerte.
Y se manifestó
la Santa Profecía.
RESURRECCIÓN
Al tercer día
de morir en la cruz.
-reza la Biblia-
Nuestro Señor Jesús
¡Resucitó!
Porque venció a la
muerte.
Y se manifestó
la Santa Profecía.
GLORIA
¡Sábado de Gloria!
Sábado de fe
en el Redentor
que purgó en el Santo
Madero
el precio de nuestros
pecados
para que fuéramos
libres
como el viento que
nos llena de vida.
¡Sábado de Gloria!
Día de vigilia
pascual,
día de perdón
día de meditación y
oración.
Día para gloriar a
Jesús
y a María
la virginal madre.
Día para
reconciliarnos con nosotros
y nuestro entorno.
Día de reflexión,
de ternura angelical.
Día de gritar a los
cuatros vientos:
¡Jesús resucitó y
ascendió al cielo
para sentarse a la
derecha de su Padre!
PALABRA
Creo en la palabra
que conduce a la paz, que es vida.
Creo en la
palabra que hace de los pueblos una aldea global.
Creo en la palabra
capaz de cabalgar en las praderas de la libertad.
Creo en la palabra
que con su magia pone fin a los conflictos bélicos.
Creo en la palabra
que nutre a la humanidad de valores éticos y morales.
Bendita palabra que
rompe los muros de la incomunicación.
Prodigiosa palabra
engalanada con una hoja de laurel como símbolo de victoria.
Palabra que seduce a
los demonios de la violencia para abatirlos.
Palabra que no
enmudece ante la furia de la violencia y la lacera.
Palabra débil o
fuerte según las circunstancias.
Palabra indignada
ante la miseria humana.
Palabra furiosa ante
la destrucción de la naturaleza.
Palabra conmovida por
las fronteras que separan a los pueblos.
Palabra que convoca
al diálogo para abolir las guerras.
Palabra triste cuando
no es escuchada.
Palabra emisaria del
diálogo para evitar los conflictos bélicos.
Palabra en traje de
luz vestida como símbolo de sabiduría.
Palabra de
fraternidad universal.
Palabra que no es una
prédica en el desierto.
INTRUSOS
No quiero intrusos
en mis plácidos
sueños
porque perturban
mi vida divorciada
de pesares y males.
HIJA
Cuando te fuiste,
hija del alma mía,
al cielo ignoto,
porque Dios te llamó,
creí morir de pena.
INTRUSOS
No quiero intrusos
en mis plácidos
sueños
porque perturban
mi vida divorciada
KAKISTOCRACIA
Los criminales
sembradores
del kakistócrata
narcodictador
Nicolás Maduro,
no siembran flores,
ni árboles frutales,
ni plantas
medicinales.
No, los muy cobardes,
con los rostros
cubiertos
con antifaces de
muerte,
siembran terror
para cosechar miedo.
Siembran sombras
para embrutecer al
pueblo.
Siembran mentiras
para cosechar
verdades.
Siembran hambre
para cosechar
dependencia y sumisión.
Siembran drogas y
armas de guerra
para cosechar
culpables de todos los delitos
entre la disidencia
política.
Siembran escasez
para cosechar miseria
y muerte.
Siembran tormentas
para cosechar
tempestades colectivas
que dominan con
metralletas, fusiles, bombas letales y tanquetas.
Siembran
desinformación, cerrando periódicos,
Radios y televisoras
y portales digitales
para cosechar
apagones colectivos de información
para ocultar sus
crímenes de lesa humanidad.
DÍA
Un día más
¡Oh, Dios!, me has
regalado
para gloriarte.
¡Qué gozo
experimento!
¡Cuánta felicidad!
PETICIÓN
Dame tu luz,
lucero de la noche,
para alejar
de mi vida en penumbra
los duendes que me
asustan.
MARÍA
El nombre de María, amada, tiene especial connotación
para mí, barco a la deriva, árbol debilitado por el paso de los años, flor
marchita, numen sin poeta que lo vitalice y lo libere de sus cadenas.
María, la madre del Hijo del Hombre, me asombra
por su capacidad de transmutación y apariciones, bajo diversos nombres,
en diferentes lugares de la tierra, para propagar la fe cristiana. En ella veo
reflejada a todas las madres del mundo por la fortaleza conque revistió su
grácil cuerpo para resistir el dolor del hijo muerto en la cruz.
María, idealizada por Jorge Isaacs en su inmortal
novela homónima, fue en mi candorosa infancia campesina un ser real cuyo
romance platónico con su primo Efraín me deleitó hasta el éxtasis y cuya
temprana muerte arrancó tiernas y abundantes lágrimas a mis ojos, entones
en la plenitud de su vitalidad, Yo me iba, amada, a un secreto lugar del fondo
de ni casa a leer a María y a soñar con ella, ignorante de la
importancia de la novela en la literatura romántica. Todavía, amada, María
acompaña mis sueños y la lectura de la genial obra me deleita con la misma
fuerza de mis años primeros, cuando carecía de espíritu crítico para juzgarla.
Ya conocí, amada, la hacienda El Paraíso, donde Jorge Isaacs situó el
desarrollo de la novela y quedé extasiado de tanta belleza. Estuve en la alcoba
de Efraín y en la de María y en el estudio donde éste le enseñaba a su amada y
a su hermana Emma rudimentos de historia, geografía y aritmética y les leía la
novela Atala, de René de Chautebriand.
María seguirá siendo para mí, amada, la
representación auténtica del ideal romántico llevado a extremo exponencial. Y
si es cierto que muere víctima de epilepsia, enfermedad para le época incurable
y de moda, basta releer por enésima vez el libro para imprimirle vida, ya que
tiene la prodigiosa capacidad da resurgir de entre sus páginas en cada lectura.
¡María permanece imperturbable, por su divinidad, ante el paso avasallador y
destructor del tiempo!
María, la hermanita del Divino Sacramento, candorosa
como une niña y tierna como la sinfonía que nos regala el ruiseñor, irradió de
luz mi adolescencia de lector desordenado. ¡Cómo disfruté amada, la ingenua reacción
de Sor María ente la presencia del amor, no el divino, sino el humano, en un
mal pensamiento que atribuyó al diablo! Sor María del Divino Sacramento
siempre me ha acompañado, aunque perdí sus huelles bibliográficas con el olvido
del autor del poema que le dio vida, que comenzaba así:
La hermanita Sor María del Divino sacramento/
sollozando me decía/ el diablo me puso un día/ señor, un mal pensamiento/
Decí, hermana... ¿Lo sabes, amada?
También me
impactó de por vida, como las otras, la bíblica María de Magdalena, la bella
mujer que lavó los pies de Jesús de Nazaret y los aromatizó con suaves
ungüentos. ¡Qué acción tan piadosa y poética en quien como ella era
pecadora!
Y me
reconcilió con la vida María Auxiliadora,
la dama a quien le abrí la puerta de mi covacha de sueños, entró, y se sintió
tan a gusto en ella que decidió apoltronarse en su diminuto espacio para
hacerme compañía.
SENSUALIDAD
Quiero besarte,
prodigiosa mujer,
cada partícula
de tu cuerpo sensual,
fragante y delicado.
PIANISTA
Rodulfo González
Pianista fílmica,
juguetearon tus manos
con gracia y sal
en cada tecla sacra.
RESURRECCIÓN
Rodulfo González
Al tercer día
de morir en la cruz,
-reza la Biblia-
Nuestro Señor Jesús
¡Resucitó!
porque venció a la
muerte
cumpliéndose así
la santa profecía.
ABSURDIDAD
Nunca seré rey
porque siento repulsa
por los monarcas
y sus bufas coronas.
Nunca seré
ni atleta ni pintor
porque carezco
de dones deportivos
y no sé de arte.
Sólo seré
guardián de tus
caprichos
y jardinero,
bien mío, en tu vergel.
IGLESIA
Sobre una roca,
edificó Jesús
su santa iglesia
de amor, felicidad
y luz de eternitud.