SONETILLO XXXV
Como el amor no resiste
La tristeza de mi canto
En vez de alegría llanto
En su rostro es lo que existe.
La tarde de gris se viste
Y ha perdido ya su encanto.
Y la noche con su manto
Es un fantasma que embiste
Hacia el amor que entristece
Su carga de obscuridad
Para que se torne en pena.
Mi canto casi perece
Por la infame iniquidad
Del dolor que lo enajena.
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