DESIGNIOS
Tus designios, Señor,
no desafío,
aunque en mis hombros
lleve,
como Tú, una cruz.
Yo, Señor, sufro
cual todo el
colectivo
venezolano
de la inseguridad
su cruel efecto.
Miedo, terror
del policía, del hampón,
y del guardia nazional
que a mansalva mata
al pueblo que
protesta
porque tiene hambre
de libertad y comida
que el tirano le
niega.
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