ABANDONADOS
No tienen techo ni comida.
¡Pobrecitos¡ Niños abandonados
que bregan solos en la vida
por ser de la fortuna desplazados.
Visten harapos, piden pan,
andan solos o en grupos pandilleros,
y expuestos al peligro están
de maltratos por agentes severos.
Por esas calles peligrosas
deambulan estas víctimas del mal
de una sociedad inclemente.
La caridad de almas piadosas
Imploran. Pero el destino fatal
los lleva a vidas crueles, borrascosas.
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