PÉRDIDA
No te perdí,
porque jamás,
viajera,
de la noche rubí,
¡Oh primavera!
Fuiste en mi mundo.
Ni verano, ni
invierno,
Ni otoño. ¿acaso
eterno
manantial infecundo?
Tal vez un incidente
fuiste en mi vida
de audacia
impertinente,
incomprendida.
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