DÉJALA…
…Déjala,
alma, que llore para que rompa el dique que aprisiona sus lágrimas para que
éstas, cual milagroso rocío, nutra las
flores del ignoto jardín que sólo ella y yo conocemos.
…Déjala,
vida, que grite frente a la prodigiosa montaña para que el eco de su grito sea
oído por ella, mujer que idealizó mi poesía, por las avecillas traviesas y
juguetonas que hacen ostentación de su libertad ilímite, por los esbeltos
árboles cargados de años como yo, y por
el asombrado labrador de ásperas manos que ha abiertos surcos en la tierra de
gracia para segar ópimos frutos.
…Déjala,
cielo, que bese tus nubes, para que se
obre el prodigio de lluvia que alimentará los ríos y alejará la sequedad de la
tierra para que produzca vida en abundancia.
…Déjala,
poesía, que ame, que se le alebreste, que cante, que ore, que dance y bañe su
cuerpo de exquisitos perfumes orientales como los de las odaliscas de Las mil y
una noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario