CEIBICIDIO
La
centenaria
ceiba
de Marabal
fue
asesinada.
No fue
de pie
su
muerte, pobrecita,
sino
humillante.
La
letal sierra
con
rapidez eléctrica
segó su
vida.
Pero la
ceiba
sembró
en mi corazón,
siempre
de niño,
una
semilla
que se
volvió poesía
imperecedera
que la
crueldad
de
sierras ceibicidas
no
tumbarán.
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