VERA
1
Exhausto ya,
de tanto deambular
sin rumbo cierto
por ignotos caminos
gusté la sombra
del rojo árbol de
vera.
Y seguí andando,
con fuerza renovada,
a mi destino.
2
Soñé victorias,
que jamás alcancé,
por imposibles.
En tu pródiga vera
lloré, buen río,
y mis lágrimas
fueron,
por abundantes,
a aumentar tu caudal
oloroso de azufre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario