ORQUÍDEA
En tu cabeza
delicada de reina,
colocaré
una diadema orquídea
de mi jardín
poético.
ORQUÍDEA
En tu cabeza
delicada de reina,
colocaré
una diadema orquídea
de mi jardín
poético.
IRSE
¿Por qué te vas,
amor, de mi covacha?
¡Tanta soledad
lacera seriamente
mi vida sin destino!
ESCLAVITUD
Esclavo
tuyo soy, nunca me quejo,
porque
tu dulce encanto
es
para mí prisión límpido espejo
que
purifica el llanto
no
de tristeza sino de alegría
que
de mis ojos brotan
por
ser prisionera la vida mía
de
yugos que no azotan.
Bendigo
con pasión y gratitud
a
quien grácil raptome
para
someterme a su esclavitud
y
en su dueño tornome.
TIEMPO
Es tiempo de vivir,
de amar, de meditar,
de volver nuestros
ojos
hacia viejos
paisajes.
2
Es tiempo de crear
un mundo sin
fronteras,
ciudadanos sin yugos,
niños con libertad.
3
Es tiempo de pensar
en un mundo sin
guerras,
en un mundo sin
traumas
de hambre, sed o
miedo.
4
Es tiempo de gritar
en el campo, en el
río
mil dolientes
protestas,
mil ahogantes
pesares.
5
Es tiempo de decir
las ocultas verdades,
aunque caigan los
ídolos
y los monstruos
sagrados.
6
Es tiempo de alejar
del corazón las
penas,
de trazar nuevas
rutas
y volver a empezar.
7
Es tiempo de lanzar
por los aires un
canto,
de trocar por la paz
los letales misiles.
8
Es tiempo de acallar
las voces de dolor,
de quebrar en pedazos
el hacha del verdugo.
y 9
Es tiempo de sentir
vergüenza, odio y
rabia
por la crueldad del
sátrapa,
por la guitarra
herida.
KAKISTOCRACIA
Los criminales
sembradores
del kakistócrata
narcodictador
Nicolás Maduro,
no siembran flores,
ni árboles frutales,
ni plantas
medicinales.
No, los muy cobardes,
con los rostros
cubiertos
con antifaces de
muerte,
siembran terror
para cosechar miedo.
Siembran sombras
para embrutecer al
pueblo.
Siembran mentiras
para cosechar
verdades.
Siembran hambre
para cosechar
dependencia y sumisión.
Siembran drogas y
armas de guerra
para cosechar
culpables de todos los delitos
entre la disidencia
política.
Siembran escasez
para cosechar miseria
y muerte.
Siembran tormentas
para cosechar
tempestades colectivas
que dominan con
metralletas, fusiles, bombas letales y tanquetas.
Siembran
desinformación, cerrando periódicos,
radios y televisoras
y portales digitales
para cosechar
apagones colectivos de información
para ocultar sus
crímenes de lesa humanidad.
ROXY
Te busqué, amiga del alma, apoltronada cómodamente en el lugar más exquisito de mi corazón, en cada resquicio del ciberespacio, y no te hallé. Te busque, Roxy, amiga ideal, en Iniciación, el poemario que iba a ser mi primigenio y te dediqué, y por desidia y limitación económica, nunca publiqué, de lo cual no siento remordimiento, pues analizados con el crisol del tiempo, comprobé sus debilidades líricas y no pude encontrarte. Te busqué entre los rastrojos, ya casi extinguidos, de nuestra vivencia en Salamanca, cuando cual guía turística me mostraste el escenario donde se desarrolló la trama de la novela El Lazarillo de Tormes y el pupitre donde se sentó Fray Luis de León, luego de su excarcelación, y pronunció la frase que lo inmortalizó, “Como decíamos ayer” y no encontré huellas tuyas, amiga única, que tanto elevó mi confundido espíritu, en aquellas largas conversaciones telefónicas que sosteníamos para mitigar los efectos desagradables de la guardia nocturna en la Policía Judicial, vehículo de nuestra amistad. Te busqué, exquisita amiga, en el recuerdo ya añejo por el tiempo debilitó, en la epístola que me enviaste a Washington para darme la buena nueva de tu viaje a España a seguir estudios universitarios y mi esfuerzo fue fallido.
Pero estabas en mi subconsciente, inolvidable amiga Roxy, y te posesionaste de mi sueño, morada de muchos huéspedes intrusos que evitaría ver en la realidad por hipócritas, y resurgió nuestra amistad, que parecía tan real, que hasta te pregunté por Ñañita, tu bondadosa madre, cuyo nombre de pila nunca me preocupé de averiguar.
¿En dónde estás, Roxy, amiga del alma? ¿Cuánto estrago has sufrido de los años?
Vives en mis sueños, Roxy única, amiga de siempre, y de allí nadie te expulsará.
RUMORES
Rumor de cumbia,
excitante, festivo,
danza con velas.
Ritual entrega
al licor de los dioses.
Deleite pleno.
Rumor de lluvia
regalo de las nubes
alegres lágrimas.
Rumor de música
de bulliciosas aves
sobre los árboles.
Rumor de llanto.
¿Es el sauce llorón
o Jeremías?
ENTRISTECIDO
La milenaria
tristeza que carcome
cada porción
de mi existencia
sin horizonte fijo,
sin una brújula
para orientarme
en el mar agitado,
en el camino
de zarzas lleno,
de murallas agrestes,
de huecos hostiles.
De vez en cuando
¡Oh niña tan distante
En tiempo y espacio!
desaparece
para darle cabida,
si, sueño mío,
a tu alegría,
prístina, celestial,
alentadora.
¿Por qué te vas?
Aleja para siempre
tanta tristeza
que me enajena
que me torna inseguro.
que me amortaja.
OLIVER
A Oliver Sánchez,
el pequeño paciente,
no lo mató
el cáncer. No,
lo privó de su vida,
frágil retoño
marchito ya,
la criminal desidia
hedionda de azufre
del dictador
Herodes redivivo,
Satán inmundo.
No fue la carne
de esta víctima herida
por la fuerza
del feroz guardia
uando manifestó:
“Quiero curarme”.
“Quiero la paz”.
El gobierno insensible
no lo curó.
Y forma ahora
el coro angelical
en el celeste
prado de Dios
con inocentes víctimas
de Venezuela.
Dale, Señor,
la paz y la salud
espiritual
a Oliver, víctima
enésima del régimen
De un tal Maduro.
CEIBICIDIO
La
centenaria
ceiba
de Marabal
fue
asesinada.
No fue
de pie
su
muerte, pobrecita,
sino
humillante.
La
letal sierra
con
rapidez eléctrica
segó su
vida.
Pero la
ceiba
sembró
en mi corazón,
siempre
de niño,
una
semilla
que se
volvió poesía
imperecedera
que la
crueldad
de
sierras ceibicidas
no
tumbarán.
EXTRAVÍOS
Mis extravíos
duermen en tu
silencio
con placidez.
Ando perdido
en la selva de
tu amor.
¡No tengo brújula!
Y silencioso
disfruto del
cricrí
de un loco
grillo.
Salir no quiero
de tu tupida
selva
tan armoniosa.
tan atractiva.
de misterio
encantada.
en magia
envuelta.
Selva bendita.
cómplice
necesaria
de mi locura.