CITA
A Nelis Antonia
¿Cuántas
veces más, amada omnisciente, la aguardaré solicitario y esperanzador en una
multitud informe para calmar la sed que sólo su compañía apacigua, el hambre
que sólo su aliento calma y oír la música que ilumina mi espíritu angustiado?
¿Tendré la
paciencia de Job, amada increíble, para esperar en mi recóndita covacha, que
venga con su antorcha angelical a iluminar sus extraños senderos, a humedecer
sus resecas paredes, a oxigenar su irrespirable y minúsculo espacio y a colmar
con unas pocas gotas de providencial aguas su vacío manantial?
Sé, amada
generosa, que mi perseverancia en la espera tendrá su prodigiosa gratificación
sin el antipático límite del tiempo real pero con la anuencia cómplice del
tiempo poético, que rige en mi calendario alocado.
¿Por qué,
amada bienhechora, habitante única de mi diminuto y agradable mundo, vendrá
ella a la cita sin fecha? Porque cuando le dije “Te querré hasta que el hastío
me destierre de tu corazón”, ella me respondió: “Te querré hasta que el
cansancio me aleje de tu alma”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario