SACRIFICIO
El niño le dijo a la madre con voz que daba lástima: “Mamá, tengo
hambre”. Y la bondadosa mujer fue a su despensa y, como no tenía comida que
ofrecer al hijo hambriento, le dio su corazón.
El niño se lo comió vorazmente sin comprender el inmenso
sacrificio de su madre.
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