SINCERIDAD
Sería
insincero conmigo y contigo, dulce amada, si en un rapto de intenso
romanticismo para agradarte y alegrar tu espíritu te confesara que soy como el
sándalo que perfuma al hacha que lo hiere, que ama a sus enemigos, que a quien me golpea una mejilla le
pondré la otra y que creo que sólo el que ama puede castigar.
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