DÉJAME
Quiero montar en el anca de tu voluptuoso cuerpo para sentir
que cabalgo en las florecientes praderas de la gratificación romántica.
Déjame, ¿sí?
Quiero bañarme en tu caudaloso río de amor para expulsar de mi
mugriento cuerpo la suciedad que lo afea.
Déjame, ¿sí?
Quiero tomar agua fresca de tu mirífico manantial para saciar mi
milenaria sed de amor ideal.
Déjame, ¿sí?
Quiero juntar, en lírico idilio, mis secos labios en la humedad
trémula de los tuyos para sanar mi ardentía de siglos.
Déjame, ¿sí?
Quiero sentir la libertad única en la prisión sensual de tu
regazo.
Déjame, ¿sí?
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